sábado, 9 de junio de 2007

Laja

Excursiones
Laja, Tiwanaku, Taraco y Chiripa
La Paz, 03 de junio del 2007

Población de Laja



Antes de realizar este viaje lo pense tres veces pues no me decidia y ademas este viaje lo iba realizar junto a los de primer año.
Al ultimo me decidi y viaje junto a ellos... y al final no me arrepiento y repetire ese viaje que posteriormente me servira para mis estudios, para guiar a nuevos turistas y compartir esa belleza arquitectonica.

La población de Laja está ubicado a 35 km de la ciudad de La Paz, tiene una pobalción aproximadamente de 16.300 habitantes.

El 8 de diciembre se celebra en la localidad la festividad de la Virgen de Chijipampa. En la cual se organiza una entrada folclórica en la que participan los mismos pobladores y gente de alrededor como gente que migró a la Ciudad de La Paz.

Laja, lamentablemente no tiene un buen servicio de restaurantes ni alojamientos, por esa razón la mayoría de los turistas sólo está de paso por la población. Se puede llegar a la localidad por medio de minibuses que van desde el Cementerio General de la ciudad de La Paz hasta Tiwanaku y paran en el peaje que esta queda cerca del pueblo. El costo esta entre los Bs 6 y Bs 10.-

Historia
Cuando Alonso de Mendoza llegó al pueblo de Laja, estaba cansado, y vio que el paisaje era fantastico y decidió quedarse y cumplir allí mismo la mision que le dio La Gasca, presidente de la Audiencia de Lima: fundar una ciudad entre el Cuzco y La Plata con el nombre de Nuestra Señora de La Paz. Años antes los conquistadores habían construido en el lugar una pequeña iglesia, así que Alonso de Mendoza y su gente decidieron redactar ahí el acta de fundación de la nueva ciudad. Era octubre de 1548, y la orden obedecía al deseo del rey de España, Carlos V, de celebrar la victoria de su ejército ante el rebelde capitán Gonzalo Pizarro, que este fue vencido en la batalla de Saxahuamán.
Pero las intenciones del Capitan Alonzo de Mendoza no resistieron el frío y el viento inclementes del altiplano de aquel lugar y debió partir tres días después en busca de un lugar más abrigado. Al final lo encontró cerca al río Choqueyapu, y ante la vigilancia eterna del Majestuoso Illimani, fundó el 20 de octubre de 1548 la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, trazándola como tal desde el sitio de Churubamba, actual plaza Alonso de Mendoza.

Hoy Laja no es lo que debería ser, dada su importancia en la historia. La Iglesia y la plaza son los atractivos principales, pero son pocas las agencias que los incluyen dentro de los circuitos turísticos que se dirigen a Tiwanaku, aun pese a la corta distancia que existe entre la ruta principal y el pueblo. Sin embargo solamente la iglesia ya constituye una buena razón para hacer un alto en Laja. La otra es el delicioso pan de Laja, pero ese es un arte que merece nota aparte.

Obra de arte
La construcción de la iglesia de Laja empezó en el siglo XVI, el año 1545. Tres años antes de que Alonso de Mendoza pasara por allí, otros conquistadores habían erigido, en lo que entonces era el pueblo aymara de Llaxa o Lappara, una pequeña iglesia. En 1680 se la remodeló, dándole los toques renacentistas que se pueden ver hoy. Donde más se aprecia la transformación y los aditamentos, es en la portada, a la que se le añadió dos columnas salomónicas y cuatro relieves con decoración de monos y águilas bicéfalas. Las águilas son un símbolo colonial, mientras que los monos están presentes en las culturas andinas milenarias. La planta es barroca y se levantó poco antes de 1689 (1)

A través de los años se le fueron añadiendo otros elementos. La superposición de estilos es evidente en las dos espadañas, una data del siglo XVIII y la otra es moderna, pero siguiendo las líneas de la antigua”.La Iglesia en sí es una construcción digna de verse, hubo un tiempo en que tenía además varias reliquias de gran valor. Debido a la poca aplicación de las leyes que protegen el patrimonio, la Iglesia de Laja ha sufrido robos que jamás fueron aclarados. Sin embargo todavía conserva pinturas de principios del siglo XVII y de la segunda mitad del siglo XVIII, de autor desconocido.
El altar es de plata labrada, y las figuras se centran alrededor de la Virgen de la Inmaculada Concepción, la patrona de la iglesia y del pueblo, cuya fiesta se celebra, con gran pompa, el 8 de diciembre. Asimismo, el fastuoso coro de la iglesia, situado en la parte posterior, tiene varias figuras artísticamente labradas en madera.

Indudablemente hay mucho que ver en esta iglesia, pero pocos son en el pueblo los que conocen su historia, sin embargo, aunque sea sólo para dar un vistazo a su imponente fachada, la iglesia de Laja es una obra digna de admirar. (2)













(1)Historiador Fernando Cajías
(2) Texto Mónica Oblitas


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